CANCHA REVUELTA CAPITULO 30 Martes 28 de Septiembre 2021

…Nuestras corresponsales en Iquique nos comunican que los hechos barbáricos que se han dado a las afueras del Estadio Tierra de Campeones al fin han finalizado. Y no hay otra forma de describirlo como simple y pura barbarie, porque de campeones, NADA. Lo hemos dicho antes y volveremos a decirlo todas las veces que sea necesario: LA LUCHA SERÁ ANTIRACISTA O NO SERÁ. Ese piño de fascistas en Iquique no son parte de nuestro equipo y menos de nuestra hinchada. En el equipo del pueblo no hay espacio ni paciencia para la xenofobia y menos para el fascismo.

Porque así nos quiere el equipo de la clase dominante en Chile y todo el mundo, compitiendo entre nosotres por migajas. Desde los albores del estado-nación los de arriba nos han hecho jugar un partido en cancha despareja en contra de nuestros mismos compañeres. Y su medio campo, los medios de comunicación hegemónicos, maestro hilador de ficciones, nos lo repite todos los días. No hace creer que somos más blancos, más rubios, más civilizados.

Y a veces el pueblo cree. Pero no hay que perder la claridad, esa claridad que nos sacó a la calle hace casi dos años. Porque al fascismo no se le gana con ideas como dicen los progres de la contra, NO SEÑOR, al fascismo se la gana el partido a lo CANTONA. Así tal cual, patada voladora o nada.

Hasta cuándo vamos a dejar que las fronteras que ha inventado la clase dominante nos sigan dividiendo. ¿Qué saben ellos de cordillera? Si nunca la han cruzado a pie en busca de una cancha más pareja, donde la pelota no se cargue para un solo lado. 

El enemigo no es el pueblo, el enemigo es la clase dominante, es el capital, es el racismo. Porque cuando eres pobre no tienes patria. Y estaría bueno que recordáramos eso. La solidaridad de clase no se acaba donde se acaba la cancha local. Trasciende y es transversal a todas las canchas donde los oprimidos luchamos día a día.

El partido por la dignidad de los pueblos continúa. Y ese partido se juega en todos los países y territorios del mundo. La solidaridad de clase es internacionalista por una razón. Ahora más que nunca:

¡SOCIALISMO O BARBARIE!